Fundada como São Salvador da Bahía de Todos os Santos, constituye el mayor conjunto de construcciones coloniales de los siglos XVI y XVII de América Latina. Es una cita obligada para todos los viajeros amantes de la cultura. La ciudad esta ubicada en una península junto a la Bahía de Todos los Santos, en el estado de Bahía al noreste de Brasil. No sufre temperaturas extremas debido a que está frente al océano Atlántico. Marzo es el mes más caluroso, con máximas de 30º C y Julio experimenta las temperaturas más suaves.
La singular diversidad cultural se expresa en una mezcla de
tradiciones amerindias, europeas y africanas reflejadas en el folclor,
gastronomía y producción artesanal. Salvador de Bahía es conocida por la gran
influencia cultural africana. La mayor parte de la población proviene de ese
continente. Es una ciudad de artistas, centro del Yoruba Candomblé y del baile
marcial capoeira.
Uno de los principales atractivos turísticos de Salvador de
Bahía es el casco antiguo de la ciudad, conocido como Pelourinho, declarado
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La palabra significa “picota” en español
y se refiere, en el amplio sentido de la palabra, a una columna de piedra
localizada al centro de una plaza, donde eran expuestos y castigados los
criminales.
En Brasil, y en particular el Pelourinho de Salvador, tuvo el propósito principal de castigar a los esclavos mediante azotes durante el periodo de la colonia. Una vez que la esclavitud fue abolida en Brasil, esta parte de la ciudad comenzó a atraer artistas de todos los géneros: cine, música, pintura, etc., convirtiendo al "Pelourinho" en un centro cultural.
En Brasil, y en particular el Pelourinho de Salvador, tuvo el propósito principal de castigar a los esclavos mediante azotes durante el periodo de la colonia. Una vez que la esclavitud fue abolida en Brasil, esta parte de la ciudad comenzó a atraer artistas de todos los géneros: cine, música, pintura, etc., convirtiendo al "Pelourinho" en un centro cultural.
Un imperdible para conocer es la Iglesia de San Francisco,
en pleno Pelourinho. Está en la Praça José de Anchieta, casi cara a cara con la
más grande, la Sé, al final del largo Cruzeiro de Sao Francisco. La iglesia
actual fue construida entre 1708 y 1723, pero el interior fue decorado por
varios artistas durante gran parte del siglo XVIII.
Hay dos cosas que hacen de
esta Iglesia una visita imperdible: su claustro, que está revestido de azulejos
portugueses, y lo más espectacular, sus tres naves cubiertas de pan de oro. Cuenta
la leyenda, que se usaron mil kilos de oro para decorar el interior de esta
iglesia. Los guías indican que fueron setecientos. Como sea, es impresionante.
También puedes visitar el Faro de la Barra o Faro de San
Antonio. El faro mide 22 metros de altura y es uno de los principales símbolos
de la capital bahiana. Puede ser visitado y subir sus escaleras en espiral para
poder observar la maquinaria de su interior. Desde el faro se disfruta de una
de las más bellas vistas de Salvador de Bahía. Es muy recomendable que vayas al
atardecer para ver una de las mejores puestas de sol. Vale la pena visitar
también el Museo Náutico de Bahía, dentro del Fuerte de San Antonio, donde se
conservan antiguos objetos procedentes de naufragios.
Puedes visitar también el mercado Modelo. Es un mercado de
artesanía en el barrio del Comercio, una de las zonas comerciales más antiguas
y tradicionales de Salvador. El Elevador Lacerda es un ascensor público y
se localiza en la Praça Cayru, en el barrio de Comercio, cerca del Mercado
Modelo. Subir los 72 metros de altura se convierte en una experiencia que no
debemos dejar de vivir en Salvador.
La ciudad está rodeada por playas, son 50 km de costas
cristalinas. Las playas de la Ciudad Baja están bañadas por la extensa Bahía de
Todos los Santos y las playas de la Ciudad Alta reciben las aguas del Océano
Atlántico. Cada playa bahiana tiene una mística particular. Entre las
principales están Itapuan, Pituba, Artistas, y Porto da Barra. Allí se puede
descansar, practicar deportes acuáticos, ejercicio al aire libre, baile,
degustar delicias gastronómicas, buenos tragos o simplemente sociabilizar con
los alegres locales.
Imperdible resulta el carnaval de Bahía, considerado uno de
los más importantes de Brasil. A diferencia del famoso carnaval de Río, el
carnaval de Salvador de Bahía se realiza en las calles de la ciudad y no en un
sambódromo, por lo que uno participa con el simple hecho de estar en la ciudad.
El carnaval de Bahía no es un espectáculo para ver sino una verdadera fiesta
para vivir con todos los sentidos.
Al llegar a Salvador de Bahía tienes tres opciones de transporte hacia la ciudad: un taxi, un bus llamado First Class que cobra unos 25 reales y la otra
opción es rentar un vehículo en el aeropuerto.
Para el alojamiento se recomienda reservar con anticipación.
Por tu seguridad y accesibilidad, las mejores opciones de alojamiento se
concentran en el Pelourinho, el área de playas de La Barra o la zona bohemia de
Rio Vermelho.
Encontraras un sitio donde las personas
son alegres, abiertas, muy amigables y familiares. Los bahianos se caracterizan por ser personas que siempre
se sienten muy felices y te inyectarán su alegría de vivir haciéndote sentir la esencia
de este lugar de Brasil llamado Salvador de Bahía.
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